lunes, 16 de diciembre de 2013

REPORTE 18: MEGHALAYA

Después de nuestra visita al festival de Kohima, en Nagaland, nos dirigimos al estado de Meghalaya, también en la zona de los Northeast Tribal States. Luego de un largo viaje apretados en un Suzuki Maruti, una noche en tren, otro tramo en jeep, y por último otro tramo en taxi compartido, llegamos a Cherrapunjee, con el plan de pasar en esta zona 14 días. Nos hospedamos en un “Backpacker Hostel”, ruidoso y sin mucha privacidad, pero cerca del centro del pueblo y los restaurantes. Arrendamos bicicletas, visitamos cuevas naturales, y apreciamos Bangladesh desde las colinas cerca de la frontera entre ambos países. Tres días después nos veríamos caminando montaña abajo con destino al pequeñísimo pueblo de Nongriat. Caminar hacia abajo cerca de 4.000 peldaños por una empinada escalera de concreto era, pensamos, el mínimo esfuerzo que debíamos hacer para merecer ver la maravilla que nos esperaba en aquel pueblo encantado. El primer puente de raíces lo vimos a mitad de camino. Su imponencia nos dejó sin aliento, y no pudimos evitar dedicarle muchos minutos a cada detalle que conformaba tal obra de la naturaleza.

En estas montañas (habitadas por sólo 5 pueblos, entre ellos Nongriat) se encuentran los aún no muy conocidos puentes vivientes. Década tras década se forman con las raíces del “Ficus Elastica”. Guiadas por un bamboo, después de 50 años las raíces están listas para sostener a sus pasajeros. Increíble, pensar que mientras los alambres se oxidan, el concreto se triza y la madera se pudre, acá los puentes vivientes cada día se hacen más fuertes: las raíces crecen, tragan energía de la tierra y sus brazos se estiran.

Estos puentes, y muchas otras muestras e historias de los habitantes de Nongriat, nos convencen de que  estamos en un bosque encantado, vivo, en movimiento y puro. Rodeado de innumerables cascadas, piscinas naturales de color azul profundo, árboles frutales, mariposas de todos los colores y tamaños, cuevas escondidas entre las rocas, Nongriat nos recibió por una temporada, mágicas semanas. Aquí conocimos a otros viajeros que estuvieron quedándose junto a nosotros. Erica (Canada), Vishal (India), Luuk y Lonika (Holanda), David (USA) y Michela (Italia) fueron nuestros grandes compañeros y amigos. Compartimos caminatas, largas sobremesas, muchos chai con galletas, baños en las cascadas, guitarreos, charras y uno que otro traguito de ron y whisky que algunos portaban. Nos encantaba sentarnos a escuchar las historias de los Khasi que nuestro anfitrión Biron nos contaba (habitantes de Nongriat, originalmente descendientes de nómades de Cambodia y norte de Tailandia), sobre los espíritus que habitan el bosque, cómo ellos guardan lugares sagrados donde no se puede ni tocar una flor (de lo contrario los espíritus se enojan), la relación y admiración recíproca entre ellos y la naturaleza, el trabajo con los puentes vivientes, la ayuda comunitaria, la generosidad que comparten como valor principal de la tribu, la inocencia de los niños, entre tantas otras cosas. Un día nos invitaron a un bautizo, donde nos sirvieron ilimitada comida picante y bailamos niños y viejos, saltando, riendo y sacudiendo la pequeña casa de madera sostenida en las colinas de Nongriat. Otro día los invitamos a ver Avatar en el computador, ciencia ficción para nosotros, un drama bastante concreto para ellos. Y a pesar de que se hablaron toda la película, salían por cigarros y jugaban con el celular, sabíamos que a los espíritus del bosque ellos también respetaban. Muchas cosas aquí han pasado, si hasta nacimiento nos ha tocado. Sin imaginar que fuera tan inminente, Violet dio a luz en su casa una madrugada. La noche anterior nos sirvió una deliciosa comida, a la mañana siguiente su marido Biron desayuno nos preparaba, invitándonos de paso a conocer a su niñita que se asomaba a lo lejos cubierta en mantas junto a su madre recostada. Un nacimiento con mucha naturalidad, otra muestra de la naturaleza.

La vista de noche en Nongriat es también alucinante. Mirar la montaña levantándose, con la silueta de sus palmeras, y entre ellas las luces amarillas de las sencillas casas, pasillos y escaleras, es como una ambientación de obra de teatro, demasiado expresiva, demasiado imponente en su belleza.


Maravillosa experiencia, nos vamos con amigos, con el sabor de la comida casera, con el recuerdo de paisajes imponentes, con una misa maravillosa, pero sobre todo con enseñanzas de una vida simple y apegada en primer lugar a los regalos de la naturaleza. Nos vamos también con lágrimas, con una despedida inesperadamente dolorosa. Nunca pensamos que en tan poco tiempo llegaríamos a mimetizarnos tan rápido con la fragilidad de las mariposas. Quizá que hechizo las hadas nos han echado, si ya somos sensibles en el bosque nos hemos más que ablandado. 

3 días de bicicleta en Cherapunjee. Aquí, una pinceleada.

 Escalera número 1823. Aún queda camino por recorrer amigos!

Antes de llegar a Nongriat, nos esperaba este puente viviente!

Sentado en los brazos de nuestros mayores, los Ficus Elastica!

Bienvenidos a Nongriat y su bosque encantado

En Nongriat nos sucedieron cosas maravillosas, como esta mariposa.

Más muestras de la magia del bosque

Estas fueron algunas de las piscinas naturales en las que nos re relajamos.

Uno de los cuantos brincos del Mono Escobar. 
Aquí en Rainbow Falls (ven el arcoíris?)

Con nuestros amigos Erica y Vishal luego de una tarde de saltos y nados…


Comida picante, zapateo constante y mucha alegría
 fueron los condimentos del lindo Bautismo al que fuimos invitados.

Envuelta en hoja de plátano, 
deliciosos platos para llevar disfrutaron estos Boras

Doble Puente Viviente. Cada mañana debíamos cruzarlo para llegar a nuestra Rest House

Nuestros queridos amigos Luuk y Lonika en medio de sus ejercicios de Yoga.
 Un año llevan viajando, y en pocos días ya estarán en Latinoamérica. 
A prepararse amigos de Ecuador (Otavalo) y Chile, 
que en algunos meses estarán por allá. Lindo sería que los conocieran.

Con nuestra dulce amiga de Nongriat Vernadin. 
Sin un cura, en la mañana nos fuimos a la misa que la gente de Nongriat
 prepara con lindos cantos leyendo entre todos la escritura. 
Si el cura no se la puede con las escaleras, acá la misa no se suspende!  

Con nuestro amigo multifacético Biron: Padre de familia, profesor de la escuela, cantor, escritor, comerciante, gran cocinero y sherpa.

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