jueves, 16 de mayo de 2013

Reporte 10: 16/05/2013


El relato quincenal se nos fue a las pailas, y es que cuando baja la ansiedad y crece el vínculo con Mullumbimby  pareciera que está demás actualizar el diario de viaje. Pero no lo está. No solo porque su origen  ha sido establecer un puente mágico con la familia y los amigos que tanto queremos en Chile, no solo porque sirve de estímulo para que alguno de ustedes se reporte, o para que el día de mañana podamos leer esta bitácora y recordar tantas anécdotas que de lo contrario se volarían con el viento, junto a los dientes, el pelo y vaya usted a saber qué otra cosa más. Es, por sobretodo, una buena manera de recordar cuan generosa ha sido la vida con nosotros, un recordatorio para estar siempre agradecido de Dios y su creación.
La verdad es que nunca habíamos experimentado una manera de ser y de estar en el mundo tan plena. A la naturaleza desbordante de Mullumbimby se nos han sumado valiosas amistades. Tenemos muy buenos amigos y distintos: Andres, Evy, Miki y Piari ya los conocen por cuentos; ahora se integran Nicola y Sherrie, nuestros nuevos camaradas hippies de Mullumbimby (él Italiano y ella Australiana); a menos de dos horas Nico Larraín y María Vial nos reciben con mucho cariño en Brisbane, y la lista sigue, quizá con mi mejor  amiga y querida Jose.

El trabajo es otro regalo. A pesar de los contratiempos que alguna vez pasamos (y que por el carácter y la intensidad de estos personajes seguiremos pasando) es un verdadero lujo estar aquí. Hoy, barnizando las terrazas de las cabañas me acompañaban cantando los Kookaburras, aves del reino de los kingfishers como nuestro querido Martín el Pescador. Pincelando, contemplando este horizonte que no cansa nunca, mirando el mar como telón de fondo entre las montañas, pensando en la vida de Robinson Crusoe (que Jose y yo leemos por las tardes) no me deja otra salida que volcarme hacia lo divino, abrir los brazos en forma de agradecimiento, pero también de entrega, porque cuando la vida te regala tanto no queda más salida que regalar tu propia vida para esto que se parece a la belleza, el bien y la verdad en un pueblito perdido en el mundo.

Los queremos mucho a cada uno de ustedes, y hasta cuando sea que nos volvamos a encontrar, decirles que estarán muy cerca de nosotros, porque en nosotros viven. Les deseamos lo mejor! 

Ahora es mi turno. Después de las palabras de Cristóbal, que representan los sentimientos de ambos, me centraré más en los hechos que han acontecido estas últimas semanas. Comenzar por contarles que acá, gracias también a las costumbres de la gente de Mullumbimby y otros factores, hemos ido cambiando nuestra dieta a una más saludable y orgánica. Acá está mal visto comprar la fruta y verdura en Woolworths (equivalente a Lider de Chile), porque en este pueblo se apoya principalmente a los “farmers” locales, y hay una conciencia muy fuerte con eso. Por lo mismo, intentamos comprar en los locales de vegetales o en los markets (ferias) que generalmente se hacen los fines de semana. Y nosé si será algo meramente psicológico, pero nos sentimos mejor, comiendo más sano. Como ejemplo, mi desayuno de todos los días consiste en: avena (que la noche anterior dejo remojando en jugo de naranja), fruta picada, mix de semillas y nueces, y yogurt natural. Todo mezclado y mmmmm!! Se los recomiendo 100%!! Jaja. Y complementando este cambio en la dieta, salimos a caminar al parque nacional que tenemos a 100 metros de nuestra casa, además de que comenzaremos a ir a clases de yoga 1 o 2 veces por semana los dos juntos. Asique por lo que pueden ver estamos disfrutando no sólo el lugar sino también lo que éste nos ofrece.

Estas semanas, que ya están empezando a ponerse frías, aprovechamos los últimos rayos calientes del sol y hemos ido mucho a las playas. Encontramos una en Byron Bay que nos encanta.

Por otro lado, anoche volvimos de una visita a Brisbane que les hicimos a nuestros amigos Nico y María. Estuvo genial, llena de paseos por la ciudad, caminatas, una comida exquisita en la noche, y buenas conversas. Visitamos el Mount Coot-tha, un cerro con senderos muy bonitos, que terminó con una visita a los jardines botánicos. Luego nos tomamos el CityCat (un ferry que va por todo el río que cruza Brisbane) y nos bajamos en South Bank, donde se encuentra una playa artificial en medio de la ciudad, aunque obviamente con muchos más recursos que la de Lavín. Después de volver a la casa de Nico y María, ya de noche, nos subimos a nuestra “Wacha” y partimos de vuelta a nuestra casa, sin saber que no llegaríamos con tanta facilidad. La pobre Wacha no dió más y se apagó justo cuando tomamos la salida de la carretera para entrar a Mullumbimby. Por suerte tenemos contratado un seguro de asistencia en carretera y llegaron a ayudarnos a los 10 minutos, arreglando el problema y pudiendo finalmente llegar muy tarde a dormir. Así, hoy nos levantamos para partir otro día de trabajo, y esperando ver qué nos traerán las próximas semanas en este lugar tan sorprendente.

Los seguiremos poniendo al día y esperamos que la misma energía que nos acompaña a nosotros, los acompañe también a cada uno de ustedes en sus respectivas actividades. Los queremos mucho.

 Gumtrees desde la perspectiva de un daltónico

 Brunswick Market un sábado por la mañana

 El Cristof tocando su nuevo instrumento

 Nuestro diario amanecer

Jose, Nicola, Dante y la piccola Aurora en Brunswick Beach

 Robinson Crusoe en Byron Bay Beach

 Byron Bay Beach

 Cuando la lluvia juega con el sol....

 De izq. a der: Jose, Nico, Cristof, Pedro y María

  En los Botanic Gardens de Mount Coot-Tha

 Botanic Gardens de Mount Coot-Tha

 White Ibis

En los Botanic Gardens

En el City Cat con la sonrisa a flor de piel

 Heading South-Bank

 La famosa playa artificial! Y con Salvavidas!!

 Pana (alternador) llegando a casa. En 5 minutos asistencia y en 25 ya nos íbamos con el auto arreglado...Acostumbrarse a lo bueno no cuesta nada, se los prometo!