Jueves 07 de Febrero,
810 Left Bank Rd,
Mullumbimby,
NSW, Australia
En este momento les escribimos sin contención, con la
guata que explota de alegría, con un bagaje de experiencias que podría demorar años
en narrar, con la sensación que haber buscado esta vida ha sido desde su
semilla una sincera aventura. Ahora que la vida misma se nos muestra, con una
naturaleza desbordante que suda sabiduría, con la compañía de personas
maravillosas a lo largo del camino y con la certeza de que Dios es Amor, la
guata sigue hinchada de felicidad. Hoy somos dos niños que quieren bailar con
ustedes.
Llegamos a Mullumbimby hace menos de una semana.
Andres, Evy y Leo nos esperaban con una comida alucinante, condimentada con
semillas y vegetales que la misma tierra acá bota y con la que luego Evy hace
magia. La casa está perdida en la selva, desde la ventana se ven todo tipo de
serpientes, pavos salvajes que viven en el bosque, goannas (una suerte de
iguana prehistórica que puede alcanzar fácilmente el metro y medio de largo)
arañas chicas, medianas, grandes y gigantes, tan gigantes que atrapan a los
pájaros para alimentarse. La flora también es imponente, y si tuviera
distinciones para nombrar cada árbol y cada flor nos quedaríamos largamente
perdidos en este bosque. Quien sí sabe de esto es nuestro amigo Andres, un
perfecto personaje para que Werner Herzog documentara, un superhombre, una historia que
tiene que ser rescatada por la filosofía y por el cine. Su trabajo consiste en
escalar árboles, cortarlos poco a poco para que así no destruya las viviendas o
no caigan en los cercos eléctricos. Su trabajo dura 4 días a la semana, comenzando
al alba y terminando a las 16:00. El resto de la tarde queda libre para la
familia y los amigos.
Mullumbimby es también la tierra de los hippies de Australia y del mundo entero. Solo como
modo de anécdota contarles que acá, del excremento de las vacas crecen unos hongos
alucinógenos que la gente local recoge y come: the magic mushrooms as they call it.
Ha sido una semana intensa, de muchos paseos por
parques nacionales, de mucha amistad con esta maravillosa pareja que nos ha
recibido. Una semana en la que hemos estado bajando a la ciudad en bicicleta, repartiendo
CV como para comenzar a instalarnos aquí, pues desde que llegamos supimos que
este era el lugar en el que queríamos pasar el resto del año, tanto así que con
Andres fuimos a probarnos al equipo de fútbol de Mullumbimby (Mullumbimby FC) y
resulta que ahora el entrenador me quiere adentro para comenzar el torneo
nacional (una suerte de 5 división Australiana). Todo iba calzando, pero quedarnos
en este lugar hace una semana era una intuición, puro olfato y deseo. Ahora, sin embargo es una
certeza: no más bicicleta, no más búsqueda de trabajo. El milagro ha ocurrido,
y Josefina mueve los dedos para contarlo.
Sabíamos que necesitábamos un auto para movernos por
el área. Éste es un lugar donde las distancias son largas y con caminos de
tierra en medio de los campos. Por lo mismo, y para no molestar a nuestros
amigos pidiéndoles que nos lleven a todas partes, nos compramos un auto. Ayer (miércoles
6 de febrero), y por AUD$700, nos entregaron nuestro Toyota Corolla Seca, año
1991. Fuimos a buscarlo en el auto de Andres a un pueblo vecino, y Cristóbal
volvió manejando nuestra nueva adquisición (gran desafío porque acá se maneja
del otro lado del camino, y todo está al revés en el auto!). El problema es que
la persona que nos vendió el auto nos advirtió de que tenía el embrague resbaladizo,
y nosotros pensamos, con nuestra poca experiencia y gran entusiasmo: “no importa, llevémoslo igual”. Y así
fue como cuando volvíamos a la casa, en el último tramo del camino (y el más
empinado), nuestro Corolla no pudo seguir subiendo y quedamos en el silencio de
la noche en medio de la selva. Al poco rato Andres se percató que ya no veníamos
tras él y fue en busca de sus amigos desamparados. Tuvimos que dejar el auto
estacionado en una plantación de plátanos que estaba cerca y volver un poco
bajoneados a la casa a dormir. Pero hoy ya nos reímos de lo ocurrido y tenemos
hora con el mecánico el lunes, para arreglarlo y dejarlo “tiqui-taca”. Aquí les
ponemos una foto del auto (que por lo demás es nuestro primer auto! Así que estamos
super emocionados!)
Bueno, así comenzó nuestro día. Llamando a mecánicos
para ver quién nos podía ayudar pronto a arreglarlo (y que no nos salga tan
caro), cuando en ese momento recibimos una llamada que nos dio aún más alegría
y que no podemos dejar de compartir con ustedes: conseguimos trabajo. Pero no
cualquier trabajo. Se trata de una pareja (ella de Estados Unidos y él de
Israel), muy simpáticos, y que tienen algunos negocios acá en la zona. Uno de
esos negocios es un Bed & Breakfast, bastante lujoso, que está cerca de
donde nos estamos quedando ahora, en medio de la montaña y la selva tropical.
Consta de 4 piezas con cocina, baño y piscina, que están para que la gente vaya
por unos días a retirarse o a pasar la luna de miel, entre otras cosas. Y
bueno, esta pareja estaba buscando a alguien (o idealmente a otra pareja) para
que vivan ahí, en una pieza del bed & breakfast, y trabajar manteniendo la
limpieza, el jardín, recibiendo a los clientes y ayudándolos a tener una gran
estadía. Obviamente apenas vimos el aviso, postulamos, sin mucha ilusión. Dos
días después nos encontrábamos teniendo una entrevista con ellos, y luego hoy
recibiendo esta grandiosa llamada: nos contrataron para el trabajo, y empezamos
mañana mismo. Asique partiremos con nuestras mochilas a quedarnos en esta isla
paradisíaca, hasta finales de noviembre. Aquí les dejamos el link de nuestro
palacio (avísenos si vienen para hacerles la cama):
http://www.koonyumretreat.com.au/
Estamos muy ilusionados con todo lo que está pasando.
Estamos muy felices e increíblemente agradecidos por todas las oportunidades
que se nos han presentado tan fácilmente. Nos sentimos acompañados por las
buenas energías que ustedes nos mandan, y por la mano de Dios y nuestros seres
queridos que están presentes en espíritu. Los mantendremos al tanto de cómo sigue
esta aventura, que nos trae muchos sentimientos y nos tiene ansiosos y
nerviosos, pero con el pecho inflado de felicidad.
810 Left Bank Rd, Mullumbimby.
El hogar en el que amablemente nos han hospedado nuestros amigos
La terraza, un lugar para conversar largamente.
Antes de que se rompiera, dando algunos brincos
Que grupo! Un paseo al parque nacional
En el medio del camino con 5 mangos por AUS $1.
Claro, antes de que los pericos se compraran auto
Ayrton Senna por las calles de Australia.
La "Wacha" como la hemos apodado,
con una modelo que me encontré por ahí
En Left Bank Rd, buscando señal de celular.
De paso, recogiendo mangos, paltas y limones